Una semana de cuento en Dinamarca


Sabéis que siempre asocio un viaje con una palabra, y para mi Dinamarca es cuento. Y no sólo lo digo porque es el país de Hans Christian Andersen sino porque todas sus ciudades y pueblos son páginas de un cuento infantil. Casas bajas, tonos pastel, riachuelos, parques, ladrillo en las paredes, empedrado en las calles...


Pasamos una semana familiar en Dinamarca, padres, niña y abuelos; por ello este viaje es para todas las edades.
Para situarnos en el mapa, Dinamarca se compone principalmente de la Isla de Selandia (la situada más a la derecha en este mapa, y donde esta Copenhague), la Isla de Fiona (situada en el centro, donde está Odense), y la península de Jutlandia (situada más a la izquierda, donde está Aarhus).




Una vez situados, os cuento el itinerario que hicimos:


DÍA 1
Salimos de Madrid a las 16.30 horas con vuelo de Ryanair y llegamos a Copenhague a las 19.45 horas. Recogimos una furgoneta en el mismo aeropuerto y fuimos hasta el centro de la ciudad. Aparcar en Copenhague es realmente complicado, por no decir que imposible, no hay otra opción que el parking, que son unos 50 euros al día.

Otra recomendación es llevar embutidos al vacío, al menos para solucionar las cenas. Dinamarca es muy caro, el supermercado no tanto, pero las cafeterías y restaurantes (por muy comida rápida que sea) lo son.

Después de enterarnos dos días antes de salir de viaje que la casa que reservamos vía airbnb no existía (y perder 1.200 euros!) reservamos por booking la casa Westend Penthouse Apartment. Totalmente recomendable, muy céntrica, espaciosa, bonita y cómoda.


 


DÍA 2 COPENHAGUE
Comenzamos el día (lluvioso y frío) con una de las visitas guiadas de Sandemans a las que soy fiel en cada ciudad que visito. Un tour de tres horas con parada en el que te explican a pie lo principal de la ciudad. Con el tour visitamos la Plaza del Ayuntamiento, el Palacio Real de Amalienborg, la Iglesia de mármol, el Puerto de Nyhavn, la zona de tiendas de Stroget, Nytorv, el antiguo mercado de Gammeltorv, la nueva plaza del Rey, la Iglesia de San Nicolás, el parlamento danés, el teatro real de Copenhague, la real academia de Bellas Artes y la ópera de Copenhague.





La zona del puerto es preciosa, con sus casas de colores, sus barcos...y a pocos pasos de aquí se encuentra la gran plaza con los palacios reales y la zona más moderna de la ciudad presidida por la ópera.




Cuando terminó la visita comimos en el Mercado de Papiroen, es de lo más típico de Copenhague; una gran nave industrial que guarda en su interior una infinidad de restaurantes de todo tipo y una zona común con mesas y sillas. Cada uno escoge lo que quiera y acude a la mesa a comerlo. Rico, a buen precio, y ¡al resguardo de la lluvia!



Después de comer visitamos el barrio de Cristania. Hay que ir para conocerlo pero la verdad que no merece mucho la pena. Lo vi muy deteriorado y creo que ya nadie debe vivir allí.




Como parecía que la lluvia iba a respetar la tarde aprovechamos para visitar el Tívoli. Nos encantó. Es visita obligada si estás en Copenhague. Es mucho más que un jardín, es mucho más que un parque de atracciones, es mucho más que...todo! Una pasada. Atracciones para grandes y pequeños, música en directo, jardines preciosos plagados de flores, una decoración exquisita. Antiguo pero de plena actualidad. Es como entrar en el cuento de "Alicia en el País de las Maravillas". Imprescindible. Merece la pena ir por la tarde para ver como anochece y el Tivoli se llena de bombillas de colores.



Walt Disney se inspiró en el Tivoli para crear sus Parques de Disney.


DÍA 3 ZONA DE LOS CASTILLOS
Este día cogimos la furgoneta y nos dirigimos al norte de la Isla, a la zona de los castillos. Paramos en Elisinor para ver el castillo de Hamlet y dar un paseo por el pueblo. Después visitamos la casa de Karen Blixen. Una maravilla. No se si es porque ya visité la casa en la que vivió en Nairobi (Kenia), que ver esta de Dinamarca, y además con mi hija, me hizo una especial ilusión. Si os gusta la decoración no os la perdáis porque las estancias de la casa son una maravilla.



Después nos dirigimos al Castillo de Fredensborg; solo pudimos pasear por los alrededores y por el maravilloso bosque y sus jardines, ya que se encontraba la Reina y el Príncipe en el interior del Castillo por lo que estaba prohibido el acceso.






Ya de vuelta en Copenhague fuimos a ver la Sirenita. Tan pequeña me habían dicho que era que me pareció grande!! Finalizamos el día con una cerveza en nuestro barrio y una parada en el supermercado (si vais con bebés, no carguéis con leche en polvo, hay de todo y más barata que en España, al menos la de Nestlé la hay).



DÍA 4 CRUZAMOS A SUECIA
Hoy era el día que habíamos previsto para ir a Malmo y cruzar el famoso puente para pasar de un país a otro. Hicimos una parada en un pueblo pesquero de las afueras de Copenhague llamado Dragor. Casitas de una planta, barcos de madera, un faro...una parada de media hora que en verano resultará mucho más atractiva que bajo la lluvia, pero así todo mereció la pena.



El puente a Malmo impresiona, aunque si visitáis más sitios de Dinamarca os daréis cuenta que al final estáis todo el tiempo cruzando puentes y que el de Malmo no era para tanto, pero como era el primero nos llamó mucho la atención tener agua a ambos lados de la carretera.



Malmo me gustó aunque iba con una idea totalmente diferente a lo que me encontré. Pensé que era una ciudad moderna en la que destacaría su arquitectura, y sin embargo esto es solo una pequeña parte de la ciudad. Malmo tiene un precioso casco histórico que se vertebra alrededor de Stora Torget (Plaza Mayor), Lilla Torg (Plaza Menor) y las plazas de Gustavo Adolfo y David Hall.





Comimos en la plaza central en la terraza del restaurante italiano "Piccolo Mondo". En Dinamarca valoran mucho comer al aire libre, por ello sus terrazas están preparadas con potentes estufas y mantas. Si viajáis con bebés, he de deciros que no están muy bien vistos. En ningún establecimiento te permiten entrar con el carricoche, hay que dejarlo fuera o como mucho en la entrada del establecimiento, y el niño en brazos. No se qué pasará si está dormido...

Una vez visitada la parte antigua no hay que perderse la zona más moderna presidida por el Torso. Se trata de un rascacielos de 190 metros llama Turning Torso por su forma, y obra del arquitecto Calatrava. Alrededor del mismo un barrio residencial llamado Vastra Hamnen que merece un paseo por sus casas sobre el agua, sus balcones integrados y su cercanía a la playa.


A la vuelta, ya en Copenhague, recorrimos la zona de Stoberigade con casas modernas, canales y casas barco, y luego una cerveza por el barrio y cena en casa.


DÍA 5 ODENSE Y AARHUS
Hoy el plan estaba marcado para dirigirnos a otra isla de Dinamarca, Jutlandia, pasando por una intermedia (isla de Fiona) en la que haríamos una parada en la ciudad de Odense. Es la tercera ciudad más grande de Dinamarca, después de Copenhague y Aarhus.


Odense es famosa por ser la ciudad natal de Christian Andersen; su casa se encuentra en el centro de un entramado de calles empedradas y casitas bajas de colores. Hay un museo en el que te explican toda su obra con visita incluida a la casa donde nació. Por la ciudad hay reseñas constantes al autor, como una estatua del Soldadito de Plomo. Es interesante ver la catedral y pasear por sus calles; en un par de horas queda vista.
 

Después comer continuamos viaje hacia Aarhus (capital de la isla de Jutlandia), donde haríamos noche. Al llegar fuimos directos al hotel y nos encontramos con un maravilloso embarcadero al que daban nuestras habitaciones. ¡Un lujo de sitio que si no llega a ser por el hotel no hubiéramos conocido!
El hotel es el BB Hotel Aarhus Hevnehotellet, muy sencillo y cómodo; para dormir; pero el sitio en el que está es precioso.


Dejamos las maletas y volvimos a la furgo para aparcar en el centro de la ciudad y dar una vuelta, un primer reconocimiento a una de las ciudades más bonitas de Dinamarca. La catedral, el Teatro, las calles peatonales y la zona del canal rodeada de restaurantes son los máximos atractivos de Aarhus.
Cenamos en uno de los restaurantes del canal llamado "Faust"que os recomiendo (Åboulevarden 38). El sandwich de pollo, de salmón, la hamburguesa y las ensaladas...todo delicioso.



DÍA 6 RIBE
La mañana siguiente la dedicamos al Museo de Arte Contemporáneo "Aros" con su famosa terraza panorámica en colores, y a ver las casas Iceberg. ¡Una maravilla arquitectónica!





Tomando un café en AROS decidimos cambiar el rumbo del viaje. Teníamos pensado ir al norte, a Ebeltoft, pero al final nos decidimos por Ribe, por ser calificado como uno de los diez pueblos más bonitos de Europa. Y no nos equivocamos. Precioso.


Se trata del pueblo más antiguo de Dinamarca. Hay que dedicarle unas horas para pasear por sus calles, ver la catedral (única Dinamarca con cinco naves), recorrer los aledaños del pantano, ir hasta el Museo Vikingo y caminar por un parque cercano...




Desde Ribe nos dirigimos hacia Billund donde teníamos reservado un hotel para visitar al día siguiente Legoland.


El hotel de Billund fantástico, a pesar de estar junto al aeropuerto la insonorización era espectacular porque no se oían los aviones. Es ideal para visitar Lego desde España, ya que en un radio de 3 kilómetros está el aeropuerto, el hotel y Legoland.


DÍA 7 LEGOLAND
Debería dedicar otro post a Legoland pero no lo haré porque si tenéis pensado ir prefiero que no veáis todas las fotos y que os llevéis allí la sorpresa.
Sólo deciros que es una auténtica maravilla.



El Parque se ve en un día, pero sin perder un minuto. Hay atracciones para todas las edades, para bebés de meses que van acompañados de sus padres, y para los más intrépidos capaces de subirse a las tres montañas rusas que tiene el Parque.
Lo más llamativo es que todo está hecho con piezas lego y te puedes pasar horas observando hasta el más mínimo detalle.



La entrada (no llega a 50 euros por persona) es barata para todo lo que ofrece, ya que luego dentro del parque solo hay que pagar en los restaurantes y las tiendas y así todo os aseguro que no gastarás mucho ya que el merchandising es bastante flojo. Sólo hay cajas de Legos y Duplos.

Una maravilla; os recomiendo ir.




DÍA 8 VUELTA A ESPAÑA
Hoy terminaba nuestra semana de vacaciones en Dinamarca con padres y suegros. Por la mañana cogimos un avión rumbo a Alicante para disfrutar de una semana de sol con la pequeña en Benidorm.


1 comentario:

  1. Disfrutasteis de un viaje extraordinario, conociendo este bello país, y eso es bueno, y fascinante.

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