Dubai: una ciudad de experiencias

Dubai ha sido elegida por tercer año consecutivo como el destino número 1 del mundo.

Después de reposar unos días el viaje, puedo definir Dubai como una ciudad de experiencias. Dubai es una ciudad que no se puede ver como unidad, como ves Paris, Londres o Roma. Que con tan solo mencionar su nombre ya te viene una imagen de ciudad unitaria, la identificas con un estilo, con una imagen, y por muy grande que sea la ciudad encuentras un nexo común, un hilo conductor. Dubai no. Dices "Dubai" y te vienen a la mente muchas cosas, muchos sitios, pero que ninguno tiene nada que ver con el otro. Podría decir que es una ciudad impersonal e inabarcable. 

Antes de hacer el viaje me había estudiado bien su plano, sabía perfectamente que sitios quería visitar, incluso llevaba preparados los recorridos con los posibles medios de transporte a utilizar (autobús, metro...). Al llegar allí todo se vino abajo. No el planning, pero si los recorridos. Ya que en Dubai a única opción es el taxi. Es una ciudad totalmente inabarcable. Entre barrio y barrio hay mínimo 25 minutos en coche, y caminar es inviable. Nadie camina por Dubai, ya que las calles son casi autopistas. Lo bueno es que el taxi es barato, muchísimo más que en España. Un recorrido de 25 minutos ronda los 12 euros. Ningún trayecto de los que hicimos supero los 16 euros, atascos incluidos. 

Antes de contaros día a día lo que hicimos, hago otra reflexión, y es la zona del alojamiento. Yo elegí la zona de Downtown, donde se encuentra el Burj Khalifa, el Mall y las fuentes de Dubai. Concretamente el hotel Radisson Blue Dubai Waterfront. Teníamos este punto de interés turístico a un kilómetro. Si tuviera que volver, elegiría otra zona, como por ejemplo La Marina de Dubai o Kite Beach. Y es que en Downtown, una vez vista la zona del Burj Khalifa ya no hay nada más que ver y no te da opción a pasear, salir a tomar algo, cenar en los alrededores... Eso si, la vista que tiene el hotel es imponente (os dejo una foto de lo que veíamos desde la habitación y desde la entrada del hotel: el Burj Khalifa!)


Por eso, si tenéis pensado ir, yo optaría por La Marina o por Kite Beach (está en la zona de Yumeirah), ya que en realidad os vais a tener que mover en taxi de igual forma estéis donde estéis, y al menos tenéis por donde pasear si os apetece.

Otra reflexión es la amabilidad y la pulcritud de los Emiratos. Todo está limpísimo!! cualquier baño al que entres, ya sea en un centro comercial, en una cafetería, en un restaurante, o en una gasolinera está inmaculado! siempre hay alguien que limpia de forma constante. Y esto se refleja también en las aceras y en la ciudad en general. Y la gente es superamable, siempre con una sonrisa, siempre de buen humor. 

En Dubai no hay mendicidad, hay trabajo para todo el mundo. Y si una familia llega a Dubai sin casa y sin trabajo, la administración le busca ambas cosas. 

Bien, comenzamos con el planing!!

Nosotros volamos con Emirates en un 380 alucinante de dos pisos. La amabilidad y los detalles de esta compañía aérea son espectaculares. Así que si tenéis la oportunidad, elegid esta compañía. 

El vuelo es directo desde Madrid y son 7 horas ida y 7,50 vuelta. En Dubai hay tres horas más que en España por lo que el cambio horario es más que asumible. 


DÍA 1: ZONA BURJ KHALIFA, MALL Y FUENTES DE DUBAI

Esto es quizás lo más típico de Dubai. Llevaba ya compradas las entradas para subir al piso 124 del Burj Khlaifa. El taxi nos dejó en el garaje del Mall, pues la forma de acceder al Burj es por el centro comercial, siguiendo las indicaciones de las "Fuentes de Dubai".

Dos horas y media tardamos en subir y bajar debido a las colas y la escasa previsión por parte de los constructores del citado edificio. Es decir, si vas a meter al día a miles de personas para que visiten el edificio no puedes tener solo un ascensor con capacidad para 17 (y esto yendo como sardinas en lata! no os imagináis!).  Y es que la cola para llegar al ascensor fue de una hora, y para bajar de otra.

Si pensáis subir, coged las entradas con antelación por la web, porque si no la espera es mayor. Una vez arriba el espacio es más bien pequeño, y la vista refleja la inmensidad de una ciudad construida en un desierto. 


Una vez superado este tiempo, dimos un paseo por el Mall. Es el más grande el mundo, pero es inabarcable. Tiene cinco pisos y solo con recorrer el primero ya te deberían dar una recompensa. Esta llenísimo de gente. Merece la pena la planta en la que se encuentra el Acuario, la tienda de golosinas más grande del mundo...todo en la planta 1.

Pero si lo que queréis es mirar ropa o bolsos, sinceramente os digo que es mejor dar una vuelta por el aeropuerto con sus tiendas. Tiene tiendas de las mejores marcas y con muchísima menos gente y de forma más accesible. 

Ya que estábamos allí comimos en el McDonalds. No es que el Mall sea el sitio más recomendable para comer, pero una vez allí no nos planteamos otra opción. Hay muchos restaurantes que tienen terraza con vistas a los estanque y a las fuentes, y está muy bonito y agradable. 

Siguiendo las indicaciones de las Fuentes salimos al exterior a respirar aire puro, y ver el Burj Khlaifa por fuera (es impresionante! tanto de día como de noche), así como los estanques de agua, el edificio del Mall por fuera...todo se une en una estampa muy bonita y agradable. 

Seguro que haréis unas cuantas fotos. Y a partir de las 18.30 horas tiene lugar el espectáculo de Fuentes, cada media a partir de las 18.30 hay un espectáculo con música distinta. Es precioso la verdad, no nos impresionó tanto porque ya habíamos visto el del Hotel Bellagio en Las Vegas, pero para quien no haya estado en las Vegas, es todo un espectáculo digno de ver. 



DÍA 2: MIRACLE GARDEN Y LA MARINA DE DUBAI

Aprovechamos parte de la mañana en la piscina del hotel, y luego en un taxi nos dirigimos hacia "Miracle Garden", uno de los sitios que llevaba previstos visitar y con las entradas ya compradas vía online. Se trata de un parque hecho con más de 50 millones de flores, donde se puede encontrar el poblado de los Pitufos, un avión tamaño real de Emirates, unas bailarinas móviles, dos caballos enormes, elefantes, pavos reales...todo, todo, todo hecho de flores. Si este parque sorprendería en cualquier lugar del mundo, en Dubai que está en medio del desierto aún más.




El Parque cuenta con bonitas mesas y sillas de hierro forjado a lo largo de la instalación, donde puedes pararte a comer tu propia comida o comprarla en uno de los puestos de comida rápida con los que cuenta el complejo. El sitio es pequeño, se ve en un par de horas. No está masificado y merece la pena. Nos pareció muy original y para los niños es perfecto. Y además el precio muy asequible, 23 euros la entrada de adulto y 18 euros la de niños.

Después de comer, y en otro taxi, nos fuimos a la Marina de Dubai, es la zona del puerto deportivo. 


Al taxista le dijimos que nos dejara en "Tha Walk", se trata de un paseo de 8 kilómetros al borde del agua y entre rascacielos impresionantes. Es de los pocos sitios en los que se puede caminar tranquilamente en la ciudad, y además contemplar la maravillosa arquitectura de cada uno de los rascacielos. 


Nosotros comenzamos el paseo por la izquierda según llegamos, y acertamos ya que termina en una plaza central donde, como no, hay un Mall. Para volver al hotel nos salimos a una de las calles paralelas y cogimos un taxi. 


DÍA 3: AVENTURA EN EL DESIERTO 

Otra de las experiencias que llevaba contratadas y que la cogí con bastante antelación fue la aventura en el desierto en Land Rover Vintage de los años 50. Mi marido es un gran apasionado de los Land Rover y puesto que este viaje fue regalo por su 40 cumpleaños, esta experiencia no podía faltar. He de deciros que a los tres nos entusiasmó.

Lo contraté con "Platinum Heritage". La experiencia no es barata, pero una vez vivida os puedo decir que desde el minuto uno al último, la atención es excelente y el servicio, la experiencia y la organización increíble. Todo perfecto. Nos avisaron de la recogida en nuestro hotel a las 14.45 horas, y que fuéramos con ropa cómoda, gorra, crema solar y una chaqueta para la noche. 

El desierto se encuentra a unos 50 minutos de la ciudad.

Nos trasladaron a un punto en el desierto donde nos esperaba nuestro Land Rover Vintage, nos pusieron el típico pañuelo en el cabeza y nos obsequiaron con un termo en el que cogimos agua para el viaje. Ya a bordo del Land Rover atravesamos las dunas mientras el sol se ponía. Todo un espectáculo maravilloso.




Nos pararon en un par de puntos para hacer fotos y luego pudimos ser espectadores de un número de vuelo de halcones, sentados en preciosos cojines sobre una gran alfombra en la arena del desierto, mientras nos bebíamos un té o zumo natural.

Otra vez en nuestro Land Rover nos llevaron a un maravilloso campamento en el que se mostraba la elaboración del pan y del café, y donde se podía degustar leche de camello. Nos asignaron la mesa en la que cenaríamos aperitivos típicos y cuatro platos de guisos previamente explicados, entre los que estaba el camello guisado. 



A medida que la noche avanzaba se podía dar un paseo en camello, presenciar un espectáculo de folclore típico con música de tambores, o escuchar una clase de astronomía, solo bajo la luz de las estrellas y de la luna llena. 

Para terminar, unas grandes tablas de fruta fresca nos despedían de un maravilloso día en el desierto conduciendo otra vez por las dunas, pero esta vez bajo la noche cerrada. Llegamos al hotel a las 23.30 horas totalmente maravillados de esta experiencia que sin duda os recomiendo si vais a Dubai. 


DÍA 4: AL SEEF Y PASEO DE JUMEIRAH

Situado a las orillas de la ría de Dubai - conocida como Dubai Creek- se encuentra el barrio de Al Seef, el más histórico y tradicional de la ciudad. 

Este barrio fue inaugurado a finales de 2017 y rinde un homenaje a los orígenes de la ciudad, a la zona en la que vivían los pescadores y recolectores de perlas. Y es que aún se pueden ver a muchos pescadores y comerciantes por la ría en sus famosas barcas llamadas dhows. El barrio en sí se llama Al Fahidi y tiene 1,8 km que se pasean de forma agradable como si estuvieras sumergido en la Medina de Marrakech pero con la limpieza, la pulcritud y el orden de Dubai. Tiendas tradicionales, especias, cafés...y una decoración muy cuidada en las calles. Es Patrimonio Mundial de la UNESCO. 



Merece la pena llegar al final, coger unos tickets para cruzar en un Abra (una barca) a la orilla de enfrente y entrar en el Zoco del Oro



El Zoco del Oro es un conjunto de calles llenas de tiendas en las que se venden joyas, cinturones y hasta ropa, bajo el denominador común del oro. Todo está hecho de oro. Se trata de uno de los destinos turísticos más populares de Oriente Medio y se dice que hay presentes unas diez toneladas de oro en todo momento en el conjunto de sus calles.

Desde allí cogimos un taxi hacia "Salt" en Kite Beach. Había oido hablar de esta hamburguesería al aire libre en el paseo de la playa y fue todo un acierto. 

No solo por lo rica que estaba la hamburguesa, sino por el buen ambiente, y porque lo tomamos con punto de inicio de un paseo precioso. Nos bajamos la aplicación de alquiler de bicis de Dubai. Comenzamos descalzándonos y caminando por la playa de Kite Beach en dirección hacia el Burj Al Arab. 



El paseo es muy bonito, ya sea por la arena o por el paseo en si de la playa, que también cuenta con un carril para bicicletas y patinetes. Un paseo salpicado por puestos de helados, comida o ropa al más puro estilo americano, además de alguna que otra pista de pádel. 

Después de caminar un rato alquilamos unas bicis hasta el Burj Al Arab. Pedalear al atardecer, mientras el sol se ponía con uno de los edificios más bonitos del mundo, construido sobre el agua, fue una maravilla. 


El Burj Al Arab está considerado una de las maravillas de la ingeniería moderna. Está situado en la isla artificial Jumeirah y es un hotel de 7 estrellas. Su figura está inspirada en un barco de vela árabe, es del arquitecto Tom Wright y en la azotea tiene un helipuerto y una pista de tenis. La suite más pequeña tiene 169 metros cuadrados y la más grande 780!!!

Una vez allí y tras cansarnos de contemplarlo con distintos tonos de iluminación nocturna, cogimos un taxi hacia el hotel. Nos costó mucho encontrar un taxi en la zona, y acabamos pidiéndolo por la aplicación de las bicis. 


DÍA 5: LEGOLAND Y ABU DHABI

Nuestro quinto y ultimo día en Dubai fue el de Nochevieja. Tras dejar el hotel, cogimos un taxi hasta la oficina de alquiler de coches. Una vez que teníamos nuestro coche (70 euros desde el 31 hasta el 3) nos dirigimos hacia Legoland. 

El parque, inaugurado en 2016, está situado en una zona en la que hay más parques de atracciones. 

Aquí, en Legoland, hice un gran descubrimiento, y es que el 31 de diciembre los parques están vacios!!! estábamos prácticamente solos, hasta tal punto que en muchas atracciones entrábamos por la salida, porque al no haber cola, no encontrábamos la entrada. 

El Parque tiene varias zonas, relacionadas con Lego: Lego City, Adventure, Miniland...al no haber gente lo vimos en dos horas!


De las cosas que más me gustaron del Parque fue "Factory", una pequeña fábrica en la que se hacen los ladrillos o bricks de lego, te explican el proceso y se pueden ver las máquinas fabricando en directo los míticos ladrillos. 


Hace unos años había estado en el primer parque de Lego que se creó, el de Billund, en Dinamarca, y he de deciros que me gusto muchísimo más que el de Dubai, ya que las atracciones están inmersas en paisajes y estructuras hechas completamente con lego. Eso si, no hay "Factory" y las tiendas son bastante peores. 

A la salida de Legoland pusimos rumbo a Abu Dhabi, con una parada en un Oultet (El Village Outlet) que no valía nada. No merece la pena. Abu Dhabi se encuentra a una hora y media de Dubai en coche. 

En Abu Dhabi nos alojamos en el Hotel Southern Sun Abu Dhabi, un hotel muy bueno, con habitaciones muy amplias y una azotea en el piso 27 con piscina y vistas a los rascacielos de la ciudad. 


Nos dijeron que desde ese piso podríamos ver los fuegos artificiales de fin de año, así que después de dejar las maletas, salimos a cenar y luego plato en mano (de lacasitos para nosotros y gominolas para la peque) tomamos nuestras doce "uvas" y presenciamos los fuegos entrando en el año 2024 tres horas antes que nuestras familias y amigos. 


DÍA 6: ABU DHABI. LA MEZQUITA SHEIKN ZAYED

Mis padres habían estado en Dubai y Abu Dhabi hace unos años. Mi madre me dijo que metiera en la maleta un pañuelo para tapar la cabeza y así poder entrar en la Mezquita, y que no me preocupara si se me olvidaba, porque me prestarían uno a la entrada. 

Los tiempos cambian. Y aquí os cuento. Llegamos en taxi a la Mezquita. Ya cuando se divisa desde el taxi, su blancura y amplitud sorprende. 


En lugar de dejarnos enfrente de la Mezquita y sus jardines, nos dejó delante de una especie de estructura ovalada, tipo la pirámide del Louvre en París, pero ovalada. 



Había que entrar por dicha estructura, coger unas escaleras mecánicas, caminar por unos pasillos tipo aeropuerto, hasta llegar a...un Mall! no me lo podía creer. Un Mall lleno de tiendas y restaurantes. El recorrido termina en un lugar en el que hay que registrarse para entrar en la mezquita (no hay que pagar nada). Dos señores controlan la indumentaria. Yo llevaba un vestido largo, una chaqueta en el bolso y mi pañuelo. El vestido no pasó el control, se me veían los tobillos. Como me había dicho mi madre, pensé que me dejarían una túnica, pero me señaló al Mall y a las tiendas que allí había. 

Lo bueno es que tan solo costaban 7 euros. Allí me compré el vestido, me puse el pañuelo y me sentí disfrazada, la verdad. 

Pero todo merecía la pena. La Mezquita es impresionante. Es tal la blancura, que ciega con el sol. 




Casi 100 columnas internas de mármol con incrustaciones de nácar, lamparas de araña con cristales Swarovski bañadas en oro, más de ochenta cúpulas de mármol blanco, y en el centro uno de los mosaicos de mármol más grandes del mundo. Las columnas tienen talladas diferentes flores originarias de todo el mundo, como  símbolo de armonía entre todas las regiones. 



El jeque Zayed quiso esta obra con la intención de unir culturas y creencias, de que estuviera abierta para todos y que representara "la unión del mundo".

Cuando terminamos de visitar la Mezquita nos dirigimos al paseo de Corniche, con la playa a uno de sus lados y los rascacielos y la modernidad al otro. 




DÍA 7: HOTEL MANDARIN ORIENTAL 

Era el último día del viaje así que nos tomamos la mañana de relax en la piscina del hotel. Luego, antes de emprender viaje hacia Dubai (esta vez para quedarnos en un hotel cerca del aeropuerto) paramos en el Hotel Mandarin Oriental, pues todas las guías recomendaban visitarlo. 


Nos gustó mucho por fuera, por su amplitud, su color arena, sus fuentes...pero por dentro parecía otro Mall, la verdad. Un imponente árbol de Navidad en medio del hall del hotel con sus cuatro o cinco pisos, predominando el color dorado. 

Una vez fuera, justo enfrente del hotel se alzan las torres Etihad en un conjunto arquitectónico de rascacielos muy llamativo. Merece la pena una foto aquí. 

De aquí nos fuimos al hotel del aeropuerto porque nos tocaba levantarnos a las 3.30 de la mañana, ya que el vuelo de Emirates salía a las 7.15. 

Respecto a Abu Dhabi, si hacéis este viaje creo que es excursión para hacer en el día desde Dubai, no tiene más interés que la Mezquita, y si os queréis acercar hasta el hotel Mandarin. 

Así que creo que este viaje desde España con cinco días queda más que resuelto. Incluso con cuatro si es sin niños. 

Me gustó Dubai para visitarlo, por todas las experiencias que vivimos, por su desierto, su arquitectura (vi verdaderas maravillas en edificios!!), su limpieza, su Marina, sus Burj (Khalifa y Al Arab), por ese paseo en bici al atardecer... Es una ciudad completamente distinta a lo que había visto hasta ahora. Pero es una ciudad en la que no viviría.  

Por lo que he visto de Dubai, si vives allí te limitas a tu trabajo, a estar en casa, y a hacer todo tipo de compra en el Mall. Y si quieres salir a tomar un café, sería en los bajos de las naves comerciales de los polígonos entre bario y barrio (cuyos bajos son todos de restauración y servicios tipo concesionarios). Sin duda viviría antes en Nueva York o San Francisco, por poner un ejemplo de urbes grandes que conozco.

Eso si, merece la pena conocer Dubai. 

Si tienes alguna duda o necesitas más información de algo, no dudes en escribirme por mi instagram @cristinacabezaleiva


1 comentario:

  1. Perfectamente explicado Cris.Nos has dado el viaje hecho

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