Marrakech

Marrakech es un lugar al que siempre volverás. A lo largo de estos años me he encontrado con personas a las que les encanta, otras que no se animan a ir, otras que piensan que todo en Marrakech son compras...

Marrakech enamora, y siempre digo que es la puerta para entrar en Marruecos, es decir, si nunca has visitado Marruecos y dudas si viajar a Tánger, a Fez...siempre digo que hay que empezar por Marrakech. 

Siempre que viajamos a Marrakech lo hacemos desde Santander, con el vuelo de Ryanair de cuatro días, que al final entre la ida y la vuelta se queda en dos días y medio aprovechables. 

En Marrakech nos hemos alojado en Riads y también en hoteles europeos exteriores a la Medina, concretamente así lo hicimos este año cuando acudimos con nuestra hija de 5 años; nos pareció que para ella iba a ser más cómodo y con menos contraste. 

Muchos me preguntáis por el viaje con niños, se puede hacer perfectamente. En la zona europea de Marrakech se encuentra comida de todo tipo (americana, italiana, mediterránea, japonesa...) por lo que la comida no es problema. Si que es verdad que les asusta un poco la plaza central de la Medina, con los monos, las serpientes, lo laberíntica que es la Medina llegando a pensar que estamos perdidos...pero una vez superado eso, es toda una experiencia para ellos. 

El alojamiento depende un poco de lo que queráis. Más auténticos son los Riads, sin duda; pero si buscáis descansar un poco, poder daros un baño en una piscina y la comida de los hoteles de siempre, pues os recomiendo la zona europea, que está a siete minutos caminando de la Medina, pero fuera de su bullicio. 

La Plaza Yamaa el Fna es una autentica maravilla, y hay que verla de día y de noche, porque cambia completamente su colorido, su ambiente, su bullicio...Es la entrada a la Medina. Nunca he comido ni bebido nada de los puestos de la Medina, la verdad que no me atrevo y alguna vez que vi como lavan el menaje...deja mucho que desear. 

En la Medina es imposible orientarse, hay que recorrerla, perderse, entrar en las tiendas, charlar con los comerciantes, regatear. Y hay que volver varias veces porque nunca vas a ir por el mismo sitio. Si buscas imitaciones entra en la tienda donde las veas y pregunta por una calidad mayor. Suelen tener bolsos de piel buenos, eso sí, hay que regatear porque empiezan por precios que deben pensar que son de verdad!

No te puedo decir como se llega pero seguro que terminas alguno de los días en una plaza donde está el Café des' Epices. Toma algo en su terraza porque es un clásico (tienen también sandwiches para comer muy ricos) y justo enfrente suele estar una señora que por 3 euros te borda en un sombrero o en un bolso lo que tu quieras, nombre, frase...


La Mamounia. Es mejor hotel de África y el séptimo mejor del mundo. Es impresionante. Si tienes poder adquisitivo alójate aquí! pero la mayoría de los mortales creo que no podemos. Te recomiendo que entres a ver los jardines (es gratuito), y que también vayas al atardecer para ver el hotel iluminado. Pasea por dentro, entra en su tienda, y toma algo en una especie de pub inglés que hay en su interior. La experiencia merece la pena. Eso sí, recuerda que a partir de las seis de la tarde es obligatorio para entrar el pantalón largo para los chicos. 


Distrito creativo de Marrakech. Se trata de una zona industrial en la que hay tiendas de muebles, alfombras, iluminación...tiendas con unos productos de alta calidad que exportan a todo el mundo. Merece la penda dar una vuelta por allí, y si algo te gusta, te lo mandan a casa sin problema. Hablando con una chica de uno de los negocios de alfombras nos contó que se trata de una zona donde cuidan mucho tanto el producto como su elaboración, ya que todo se realiza a mano, de manera sostenible y con trabajo bien remunerado para los productores. 


El Palmeral. Visita obligada para ver a los camellos y dromedarios y hacer alguna foto. Se trata de la zona de Marrakech en la que se concentran las casas de la gente más adinerada, aunque en la mayoría de los casos los muros son tan altos que no se puede ver ninguna. 

Jardines de Majorelle. Se trata del famoso palacio azul que perteneció a Yves Saint Lauren. El palacio es muy peculiar, su azul te llamará la atención (venden hasta los botes de pintura) y los jardines de cactus son muy bonitos. El distrito en el que se encuentra también merece la pena un paseo, con tiendas de diseño y decoración. 

Y sin duda también merece la pena acudir a algún Club social, dar un paseo por sus tiendas artesanales, tomar algo en su terraza, darse un baño en la piscina, y respirar la tranquilidad y el contraste de la Medina. 


Y es que Marrakech es contraste y siempre invita a volver. 

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