Siempre soñé con este viaje, con recorrer en coche la Road One hasta Cayo Hueso (Key West), pasear por Ocean Drive, ver los cohetes en Cabo Cañaveral y visitar Walt Disney. Me confieso una enamorada de Estados Unidos, ya fuimos media docena de veces a Nueva York, conocemos San Francisco, Las Vegas, California, Boston, Washington, Los Hamptons y la costa este con Marthas Vineyard (un sueño!), y teníamos pendiente Florida y Chicago (que será para una próxima ocasión).
Estas Navidades decidimos pasarlas fuera, al sol, y el lugar elegido fue Florida. Algunos lugares superaron mis expectativas, otros las cumplieron, y otros (los que menos) me decepcionaron un poco. Os cuento nuestro viaje de 11 días (incluidos los dos días de vuelo) por Florida.
Nos fuimos los tres, Luis y yo, y nuestra hija Candela de 5 años.
24 diciembre: Vuelo y llegada a Miami
Cogimos el vuelo en Madrid destino Miami con Iberia el 24 de diciembre. La ida son 10 horas de vuelo, y la vuelta 8. El viaje se hizo ameno, y para Candela también. Era su primer vuelo de tantas horas, y entre la comida que te dan y las pelis que ves, entre que duermes un rato, lees y juegas un poco con plastilina...pasa volando, nunca mejor dicho!. Hasta llegó Papá Noel en el avión!
Una vez en Miami, y con llegada a las 19.00 horas por el cambio horario, recogimos nuestro coche de alquiler en el parking del aeropuerto. Esta vez en lugar de alquilarlo a través de un método convencional (Hertz, Avis o similar...) lo alquilamos por una especie de AirBnb de coches que hay en EEUU, y que es mucho más barato y funciona genial.
Del aeropuerto nos fuimos al apartamento que seleccioné para nuestras dos noches en Miami, muy céntrico (en el distrito financiero), y con unas vistas espectaculares a los rascacielos y al mar. Siempre reservo con booking, y para Miami me decidí por este apartamento en el piso 25 con piscina y gimnasio.
Ese día, hicimos una visita a un supermercado cercano (más adelante os cuento sobre este tema) y cenamos en el apartamento. Me inquietaba un poco el tema del cambio horario con Candela, y se adaptó bastante bien, lo único es que los 4 primeros días sobre las 19.30 horas ya estaba ko, y madrugaba más de lo habitual. Una vez superados estos días y teniendo en cuenta que a partir de las 20.00 horas mejor no hacer mucho plan, el resto bien.
25 de Diciembre: Miami
Dedicamos este día a recorrer Miami. Es enorme y las calles son interminables, así que os recomiendo que algunas zonas las hagáis en coche, en plan recorrido turístico con ventanillas abiertas, y otras las hagáis paseando. Cogimos el coche y nos dirigimos hacia estas zonas:
Little Habana: es El Barrio cubano, El Centro es la calle 8 con sus tiendas y restaurantes. La verdad que no me gustó mucho, no le encontré ningún atractivo.
Coral Gables: es una pequeña urbanización exactamente igual que las que vemos en las películas. Casas ideales, con sus coches aparcados delante del garaje, sin ningún tipo de valla de separación, un jardín perfectamente segado y el buzón americano a la entrada. Merece la pena perderse con el coche por las calles y ver las casas (a mi que me encanta todo el tema inmobiliario y decoración, pues disfruté un montón!
Bayside Marketplace: un centro de restauración ocio desde el que salen los barcos que hacen los recorridos por la bahía y por las islas donde están las grandes mansiones. Bonito sin más, pero nada más. Me esperaba un Pier como el de San Francisco y nada que ver.
Miami Beach: para llegar a Miami Beach hay que cruzar un puente, y merece la pena mirar a ambos lados donde están las grandes mansiones con sus embarcaderos (aunque cansaremos de ver esto más adelante, en Fort Lauderdale). Una vez en Miami Beach podéis aparcar el coche por un precio mucho más económico que los parking tipo garaje en este: parking lot Además esta a 3 minutos caminando de Española Way (una de las calles que hay que ver en Miami Beach) que está llena de bares, restaurantes y edificios de estilo mediterráneo, y de Lincoln Road, la calle comercial por excelencia.
Pero lo principal de Miami Beach es pasear por Ocean Drive, la calle de Miami por excelencia en la que se une la mayor concentración de edificios Art Decó del mundo, con sus tonos en color pastel. Esta calle si que me gustó.
Hay que pasearla entera, descansar en sus zonas verdes, y salir a Lummus Park para asomarte a la playa y ver las típicas casetas de colores de los vigilantes de la playa.
Cuidado en las zonas verdes porque hay iguanas, que no hacen nada, pero te pueden dar un susto porque son del mismo color que el césped!
Aqui, en Ocean Drive, reservamos para comer en Havana 1957, uno de los mejores sitios para saborear comida cubana de calidad. Estaba todo riquísimo! Os recomiendo reservar con antelación a través de su web, os dejo el link pinchando en el nombre del restaurante. Y mejor comer dentro, porque la decoración estilo cubano está muy lograda.
Por la tarde si no estáis muy cansados os recomiendo ir hasta Wynwood (nosotros lo dejamos para el día de vuelta, y me arrepentí de no haber tenido más tiempo). Hay que ir en coche, y luego una vez allí hay un Parking que se ve perfectamente en un edificio muy original. Si os gusta la arquitectura, el diseño y la moda, este es vuestro lugar. La historia cuenta que tres diseñadores se unieron para darle un aire distinto a cuatro calles de este barrio decadente de Miami. Contactaron con arquitectos y más marcas de moda y crearon un "oasis exclusivo" dentro de un barrio marginal (solo hace falta salirse un poco de las calles de Wynwood para comprobarlo).
El arte urbano ha transformado esta zona y te encuentras inmersa en calles llenas de galerías de arte, restaurantes de diseño, locales de moda y las tiendas más exclusivas del mundo ubicadas en edificios de una arquitectura espectacular. Hasta las zonas de juegos infantiles son de diseño! Hay también esculturas que se mezclan con las tiendas en un recinto completamente al aire libre.
Conclusión: de Miami me quedo con Ocean Drive y con Wynwood. Es decir que si vais a Florida no estéis más de dos días en Miami.
26 de diciembre: Rumbo al norte de Florida. Orlando
Advertencia importante: si tenéis pensado visitar Disney Orlando reservad las entradas con mucha antelación porque los parques se llenan (bueno, también es verdad que Navidad es temporada superalta en Florida). Yo lo hice con antelación y así todo sólo tenía para el día 26 por lo que tuvimos que hacer el viaje en coche (tres horas y cuarto) directamente desde Miami al Parque.
Disney Orlando no es solo un parque, son 5 parques. Si os digo la verdad no tenía muy claro el ir a Disney. Las entradas son carísimas y habiendo ido ya a Eurodisney-París y estando más cerca...me entraban mis dudas. Pero como nos dijo un amigo "ir a Florida con una niña, pasar por Orlando, y no llevarla a Disney, es de malos padres!". Así que allá fuimos.
Teníamos claro que yendo con ella, el parque a visitar tenía que ser "Magic Kingdom" porque es el clásico de Disney, el de los personajes Disney y las princesas; y solo queríamos un día de parque. Problema que me encontré para reservar las entradas, y que os comento por si os pasa: desde fuera de EEUU no te venden entradas para un día solo, mínimo dos días. Lo conseguí llamando por teléfono y reservándolas por teléfono. Es la única manera. Primero te tienes que bajar la aplicación de Disney en el móvil, luego las compras vía teléfono y te aparecen en tu aplicación. Vía internet es imposible. Os dejo el teléfono por si lo necesitáis: 0800 085 0582 o bien 001 407 934 7639
Disney Orlando es espectacular, autopistas que pasan por los parques, antenas eléctricas de las autopistas con la cara de Mickey...atracciones por todas partes...
Llegamos al parking de Magic Kingdom, dejas el coche, te recoge un trenecito, que te lleva a una estación de un tren bala (que pasa por dentro de un hotel de Disney) y te deja cerca de la entrada al parque. Una vez en el parque a disfrutar! ¿Es igual que el de París? si. Excepto la zona en la que está la atracción de Dumbo, que es una zona ambientada en un circo antiguo (preciosa!), el resto es igual, igual. Por lo tanto, no merece la pena si vais a Florida, subir hasta Orlando. Porque lo más bonito de Florida está en la zona sur. Y vale más hacer la zona sur, y en otra ocasión una escapada a EuroDisney-París.
Ahora bien, una vez allí, Candela lo disfrutó muchísimo. Las atracciones, los encuentros con las princesas, las cabalgatas, y la maravilla de espectáculo nocturno de fuegos artificiales en el castillo central.
Da tiempo perfectamente en un día, y dejan pasar comida para tomar en el parque. Algo importante, dado que la zona de restauración y tiendas me pareció más escasa que la de París.
Hicimos tres noches en el mismo hotel, los cogí todos con piscina y la verdad que la utilizábamos siempre al llegar por la noche de las visitas. El hotel está ubicado cerca de los parques y en una zona comercial (con tiendas Disney extraoficiales) y restaurantes de todo tipo.
27 de diciembre: Cabo Cañaveral. Visita al Kennedy Space Center
La visita te lleva unas cuatro-cinco horas, ya que hay recorridos interiores que hay que hacer en autobús y además se forman bastantes colas, al menos en la época que fuimos nosotros.
Una vez que consigues tu entrada, lo imprescindible para visitar es: el "Rocket Garden" donde se encuentran los cohetes, cápsulas espaciales, trajes de astronautas, etc...Luego hay que coger el autobús que te lleva a ver el Apollo y Saturn 5.
A la vuelta, hay que entrar en "Space Shuttle Atlantis", un edificio en el que proyectan un video envolvente que cuando llega a su fin, y tras abrirse las pantallas, te da paso al transbordador Atlantis de verdad. Espectacular!
Luego para finalizar el recorrido, es visita obligada alguna de las tiendas.
Desde allí nos dirigimos a Cocoa Beach, pueblito surfero en el que te da la bienvenida una estatua de un surfero en una rotonda, y que luego nos enteramos que era Kelly Slater, ya que nació y vivió en Cocoa Beach. La verdad no merece mucho la pena, salvo la inmensa tienda de surf que preside el pueblo: Ron John.
28 de diciembre: San Agustine
Visitar este pueblo también fue duda a la hora de hacer el planning, pero varias personas nos dijeron que era precioso, que cómo no íbamos a visitar la ciudad más antigua de Estados Unidos, hermanada con las ciudad asturiana de Avilés...
El viaje de dos horas ida y dos vuelta fue mucho para lo que es San Agustine. Este pueblo de estilo colonial linda con el estado de Georgia, convirtiéndose en el lugar más al norte de Florida. Si que nos gustó, pero tampoco nos entusiasmó. Si estás por la zona, merece la pena ir, pero como dije antes, si volviera a Florida haría solo la parte sur y los Cayos.
Por la tarde-noche fuimos hasta el pueblito más cercano al hotel, concretamente a la zona de Icon Park. Restauración, atracciones y animación para terminar el día. Luego cenamos en uno de los restaurantes de la zona del hotel, el Ford's Garage, y muy bien!
29 de diciembre: Naples
Nos despedimos de la zona norte de Florida e iniciamos viaje hacia el sur, concretamente a Naples. Un lugar que superó nuestras expectativas. Dicen que es la ciudad más elegante de la costa este de Florida, y sin duda lo corroboro. Sus viejas construcciones fueron destruidas por un huracán en 1960, dando paso a unas casas....unos jardines...unas avenidas...unas playas!!! Sencillamente perfecto.
Una vez que dejamos las cosas en el hotel (muy buena elección, porque está muy céntrico, dejas el coche en su parking y te olvidas), nos dirigimos dando un paseo a la Calle 5 (5th Avenue South) que es la calle más comercial.
Fuimos parando en tiendas y rincones de postal (llenos de flores!) para hacer alguna foto, y luego nos sentamos a comer en la terraza de la trattoria XXXX.
Desde allí caminamos hacia la zona de Lowdermilk Park en dirección a la playa. Casas de película, jardines de película...impresionante, no sabía a donde mirar!.
Y luego terminas en la playa, con vistas a las mansiones que dan al mar. Recorres el muelle de madera y contemplas una puesta de sol espectacular con decenas y decenas de pelícanos, tanto en el muelle como en el agua. De postal.
Terminamos el día con un baño en la piscina y un tentempié en la habitación del hotel.
30 de diciembre: Fort Lauderdale
Fort Lauderdale es la Venecia de EEUU, todo son canales y el nivel de vida que pudimos observar no pensamos que existiera. Todas las casas que rodean las decenas de canales son mansiones, a cual mayor y más espectacular. Y en todas, a la puerta, un yate, a cual más grande y espectacular.
El taxi acuático va haciendo distintas paradas por la conocida Millionaire's Road (los canales navegables). Por no bajarnos al inicio del recorrido, en la parada que queríamos (Las Olas Bulevard, donde íbamos a comer), nos pasamos como tres horas en el barco!.
Al final, casi rondando las cuatro de la tarde, conseguimos bajas en Las Olas y el destino era "The Cheese Cake Factory" el restaurante con más variedades de tartas de queso del mundo, al que ya habíamos ido en San Francisco. Comimos genial, calamares fritos, hamburguesa y como no, dos variedades de tartas de queso.
Por la tarde fuimos hasta Sawgrass Mills, el mejor outlet de Florida, según me recomendaron algunas personas que viven allí. Es uno de los centros comerciales más grandes de Florida, con más de 300 tiendas. Recomiendo coger un plano a la entrada, localizar las tiendas que quieres visitar y dirigente solo a esas zonas, porque si no es una locura. La zona al aire libre está formada por las tiendas de lujo (Bulgari, Gucci, Louis Vitton, Carolina Herrera, etc, etc....) y ya en el interior están el resto.
¿Hay chollos? si, te puedes encontrar chollos, aunque nunca encuentras las cosas que llevabas en mente al precio que esperabas. Pensé que Ralph Lauren para niños iba a estar tirado, y no, nada de eso. Sin embargo compré cosas a muy buen precio en dos de mis tiendas favoritas que siempre visito cuando voy a EEUU: Banana Republic y J.Crew. También he de decir, que días después entramos en las tiendas que tienen en Cayo Hueso y el precio era el mismo o menor.
Sawgrass Mills abre de 10 a 21.30 y el domingo hasta las 20.00 horas. Direccion: Sawgrass Mills Cir, Sunrise, FL 33323
31 de diciembre: paseo con cocodrilos por los Everglades
Último día del año con cocodrilos. Ese era nuestro plan del día. Nos fuimos en coche hasta Sawgrass Park, a las afueras de Fort Lauderdale, para hacer el famoso paseo en hidrodeslizador.
Se trata de una barca con motor y hélice que te pasea por los Everglades para ver a los cocodrilos a escasos metros de ti. Al llegar, aparcas el coche y te diriges a las taquillas para sacar la entrada (24 dólares por persona) y te indican la hora a la que saldrá tu hidrodeslizador. Mientras esperas, hay una especie de zoo de cocodrilos en el que aprecias la bestialidad de animal! increíble lo grandes que son y lo que intimida su mirada.
Con la entrada te regalan unos tapones para los oídos ya que cuando la barca coge velocidad el ruido es ensordecedor.
El recorrido supero las expectativas, ya que la velocidad que coge la barca no nos la imaginábamos y el paseo es precioso. Se detiene cada vez que aparece un cocodrilo. Vimos como cuatro o cinco.
Luego no podíamos irnos sin probar el cocodrilo! así que comimos una tapa de cocodrilo en el puesto de comida del recinto. Nos lo dieron cortado en trozos, adobado y frito. Textura dura y sabor como a lomo. No estaba mal.
Por la tarde volvimos al Outlet para hacer unas últimas compras y después, como no habíamos realizado ninguna reserva para la cena, decidimos coger algo de comida rica en un supermercado. Y aquí va la historia sobre los supermercados. En EEUU hay bastante obesidad, los que hayáis ido alguna vez lo habréis notado. Pero es que no me extraña! No encontramos ensaladas, fruta y yogures en ninguno de los supermercados de ciudad a los que entramos. Recordaba el éxito que tuvo la apertura en Nueva York de los WholeFoods, que por fin ofrecían comida sana, y me había fijado que había uno en Fort Lauderdale, así que allí fuimos. Nos encantó. Además de la oferta de todo tipo de productos y alimentos, me llamó la atención una zona enoooorme de comida para llevar dividida en nacionalidades según el tipo de comida que te quieras llevar. Cada plato preparado venía con los ingredientes que llevaba y con información para alérgicos. Con tres tamaños distintos de recipientes (S, M, L) te podías servir lo que te quisieras llevar. Y así hicimos, y cogimos una cena riquísima al gusto de cada uno.
Al llegar al hotel, y coincidiendo con las campanadas de Fin de Año en España, nos bañamos en la piscina (6 de la tarde!), cenamos en el hotel y desde la azotea vimos los fuegos artificiales que indicaban que habíamos entrado en un nuevo año.
1 y 2 de enero de 2022: Los Cayos de Florida
El comienzo de año prometía. Nos íbamos a los Cayos. Había leído mucho acerca de los Cayos de Florida, sobre esa carretera de 180 kilómetros sobre 42 puentes sostenidos sobre aguas turquesas, y sobre los distintos Cayos por la que va pasando. Y al final decidí coger el hotel para dos noches en Key Wets (Cayo Hueso) el último de los Cayos, más cerca de Cuba que de Miami. Os puedo decir que acerté sin duda, y que si vais, hagáis lo mismo. A lo largo de los casi 200 kilómetros que tiene la US1 Overseas Highway las dos únicas paradas que merecen la pena son Islamorada (está al inicio) y sobre todo Key West que está al final.
Como anécdota, en los puentes de esta carretera se grabó la película "Mentiras Arriesgadas". La carretera es preciosa, por el color del agua que siempre tienes a ambos lados, pero nunca tienes sensación de inseguridad porque vas siempre al mismo nivel que el mar.
El primer cayo es Cayo Largo, no merece la pena parar; el segundo es Tavernier, tampoco merece la pena parar. Luego está Islamorada (a dos horas y cuarto de Miami), y aquí si hay que bajar, estirar las piernas y tomar algo. En la milla 86 está la famosa langosta gigante en la que, como no, paramos a hacer una foto.
En Islamorada hay cuatro puntos de interés:
- La tienda más grande del mundo de pesca: World Wide Sportsman (81576 Overseas Hwy, Islamorada) que además alberga la barca "El Pilar" de Ernest Hemingway.
- (justo al lado de la tienda de pesca): "Fish and Co". Un muelle lleno de pelícanos, con una vista de postal y un restaurante (Fish and Co) en el que se come bien y a buen precio (si vais obligatorio pedir la Limon Pie de postre, es famosa en los Cayos, y os aseguro que nunca probamos una tan rica). Nosotros esta parada de la tienda y el restaurante la hicimos a la vuelta, el día 3 de enero, que paramos a comer de la que volvíamos a Miami.
- Robbie's Pier, un viejo embarcadero con puestos de comida, tiendas tipo chiringuitos y algún restaurante. Aquí si que paramos a la ida. Dimos un paseo, paseamos por los muelles de madera, y comimos una hamburguesa. Es menos elegante que "Fish and Co", aunque tiene esencia y el embarcadero con los pelícanos es precioso.
- Theatre of the Sea: una de las experiencias más bonitas del viaje. Nadar con delfines. Lo había reservado con bastante antelación. Se trata de un centro temático sobre el mar, al estilo de un zoo. El diseño del parque, la vegetación y las actividades están genial. Para realizar la actividad con los delfines hay que ir con bañador y sin reloj, pulseras, anillos...A la entrada te indican la hora del encuentro con los delfines y mientras tanto haces una visita por el centro temático en el que también hay espectáculos de loros, de delfines, focas o leones marinos. El encuentro con los delfines fue sencillamente mágico. Y después, subidos en una barca con la parte central del suelo abierta pudimos navegar entre el nado y la aparición de los delfines entre nosotros.
Continuamos la ruta hasta Key West o Cayo Hueso, y en el centro y muy bien ubicado estaba nuestro hotel Truman Hotel. Un lugar en el que nos hubiéramos quedado a vivir. Cayo Hueso es precioso, lleno de casitas de madera en distintos colores, la esencia del mar, las gallinas paseando a sus anchas por las calles, comercio local mezclado con escasas franquicias americanas, trattorias, restaurantes de pescado y marisco, callejuelas que terminan en el mar Caribe, y mucha vida. Un lugar con esencia.
El hotel maravilloso, con una piscina de agua caliente en la que nos pasábamos horas al terminar el día, y un desayuno al borde de la misma.
En Cayo Hueso decidimos alquilar dos bicis (una de ellas con silla para Candela) y no pudimos haber tomado mejor decisión! Recorrimos todas las calles de Cayo Hueso, haciendo paradas para pegarnos un chapuzón en el maravilloso azul turquesa del mar Caribe y secando luego en la bici con la brisa caliente del día.
Visitamos la casa-museo de Ernest Hemingway, totalmente recomendable. Una casa en la que vivió durante 10 años y escribió gran parte de su obra.
Duval Street es la calle principal de Cayo Hueso en la que se encuentran todas sus tiendas y restaurantes. Al final de la calle está el muelle, muy bonito para pasear y tomar algo. También hay que ir hasta el Southermost, el punto más cercano a Cuba, a 90 millas exactamente.
Sólo os puedo decir que volvería sin dudarlo. Y que si tenéis pensado ir a Florida es imprescindible ir a Cayo Hueso.
3 de enero: vuelta a Miami y rumbo a España
A la vuelta, hacia Miami, paramos en Islamorada a comer, en el "Fish and Co", del que os hable antes. Luego, al llegar a Miami, nos fuimos directos al distrito artístico, Wynwood, del que os hable al inicio del post, y desde allí al aeropuerto, a dejar nuestro coche, facturar y coger el vuelo rumbo a España. Respecto a las maletas, lo que hicimos fue llevar un trolley cada uno y una maleta más grande vacía por si comprábamos cosas. A la ida metimos un trolley dentro de la maleta grande vacía e Iberia nos facturó todo gratis. A la vuelta, nos facturó gratis los trolley y pagamos por la maleta grande (que ya iba llena).
Un viaje inolvidable, complejo de preparar (así que espero que os sirva este post si os decidís a viajar), muy disfrutado, con experiencias mágicas para Candela y para nosotros (los cocodrilos, nadar con delfines, Disney...) y con un tiempo de verano en pleno invierno español. Hicimos 2.400 kilómetos en coche, se dice pronto!
Lo disfrutamos muchísimo. ¿Qué más se puede pedir?
Si tenéis alguna pregunta podes escribirme a través de Instagram @cristinacabezaleiva
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