Una semana en Italia, esta vez para visitar los lagos del norte: Como y Garda.
En Como ya habíamos estado hace diez años, cuando aún no teníamos a Candela, y esa vez lo habíamos combinado con Milán y la Toscana.
Esta vez volvimos a Como y ampliamos a Garda, y en lugar de dos fuimos siete: cuatro adultos y tres niños (dos de seis años y uno de cuatro). Os cuento el itinerario que hicimos.
Salimos desde Asturias un martes en vuelo directo a Milán Bérgamo. En el aeropuerto alquilamos dos Fiat Panda (os recomiendo coches pequeños para las carreteras de los lagos pues son muy estrechas) y nos fuimos directos a Bérgamo.
BERGAMO
Solo por ver Bérgamo merece la pena coger un vuelo low cost y pasar allí un fin de semana. Bérgamo está ubicada en el centro de la región de Lombardía, a 60 km de Milán.
Bérgamo tiene una parte baja o central más moderna e institucional, y una parte alta (cittá alta) que conforma la zona antigua y adoquinada, al más puro estilo romano. Ambas zonas merecen un paseo. Es una ciudad muy fácil de ver, tan sólo os llevará un día.
Entre ambas zonas se puede caminar o bien coger un tren cremallera. La parte alta, de piedra, con pequeños negocios decorados con mucho gusto (restauración, tiendas de ropa, heladerías, confiterías...) te invita a callejear por sus vías, disfrutar de los monumentos renacentistas, pasear por sus plazas y sentarte en uno de sus restaurantes a tomar una pizza o un plato de pasta casera.
Nosotros comimos en "Da Franco" y estaba todo muy rico.
La parte baja también merece un paseo, tiene una calle de tiendas (Vía XX Settembre) que termina en cervecerías y terrazas para picar algo o tomar el típico aperitivo italiano.
La noche la hicimos en "Ramse Suites", un chalet enorme dividido en habitaciones muy grandes con baño, situado justo enfrente de la parada del tren cremallera para subir a la parte alta. Y justo al lado están las escaleras para subir caminando, que lo recomiendo también porque el sendero entre frondosos arboles y la entrada por la Porta de Giacomo merece la pena.
BELLAGIO Y VARENNA
Al día siguiente emprendimos viaje a Como. La idea era hacer base en el pueblo de Valbrona (tres noches) en una casa que cogimos para todos con vistas al lago, y desde allí hacer las visitas. Como aún no podíamos entrar en la casa por la hora del check-in nos fuimos directos a Bellagio, aparcamos los coches y visitamos el precioso y colorido pueblo. Rodeado de fortificaciones, se dice que es la perla del lago Como.
Bellagio es sin duda el pueblo con mejor comercio del Lago Como, eso sí, los precios son desorbitados.
Comimos muy bien en una de las calles más bonitas de Bellagio, en "Ristoro Forma Gusto", al lado del Hotel Central. Y luego nos tomamos un helado italiano (cómo los pueden hacer tan ricos?)
En la zona del puerto cogimos un barco que en 15 minutos nos dejó en Varonna. El paseo por el lago y la llegada a tierra desde el agua deja bonitas estampas.
Varenna es más pequeño que Bellagio, y quizás menos glamouroso, más pesquero y tradicional. Conserva su ambiente ribereño y está menos masificado que Bellagio.
En una hora se ve, ya que al bajar del barco hay un sendero al borde del lago que te lleva hasta el centro del pueblo.
Una vez que llegas a Varenna puedes callejear hasta la iglesia de la zona alta y volver a bajar para coger el barco de vuelta. Son muy curiosas las escaleras de Varonna, que las llenan de cojines de colores para que la gente se pueda sentar a comer un trozo de pizza, tomar un helado, revisar el mapa o simplemente para descansar.
Volvimos a nuestro campamento base, nuestra casa sobre el lago en Valbrona, previa salida de las mamis al supermercado para hacer la compra para estos días. Tras nuestra experiencia de ayer en la comida con los niños de "este tomate no me gusta" "prefería haber pedido otra cosa"...decidimos cocinarles por la noche y llevarles la comida en tuper para el día siguiente. De esta forma comieron más sano y variado a lo largo de todo el viaje. Y nosotros comíamos más tranquilos mientras ellos jugaban por las plazas y se sentaban a dibujar; y luego ya las cenas las hacíamos en los alojamientos.
COMO
Como es la localización más grande del lago, la que merece más tiempo de visita. Podéis comenzar la visita por cualquiera de las dos orillas de lago, pero os recomiendo que pasear por ambas ya que son preciosas y muy distintas entre sí.
Si vais en coche podéis dejarlo donde el estadio deportivo o el aeródromo de Como, están pegados y es un buen punto de partida. Del aeródromo salen continuamente hidroaviones y verlo es una experiencia novedosa y emocionante para mayores y pequeños. A partir de este punto y mirando hacia el lago podéis comenzar a caminar hacia de derecha (iríais al centro de Como y al funicular) o para la izquierda (un paseo más majestuoso con villas italianas y un precioso palacio con sus jardines).
Nosotros comenzamos hacia la izquierda. El paseo es tranquilo y muy bonito. Merece la pena descansar en el palacio Villa Olmo con sus majestuosos y cuidados jardines. Un palacio cuyas puertas están abiertas al público para visitar su interior.
Hacia la derecha está la parte central de Como, la piazza Alessandro Volta con bonitos edificios históricos y terrazas de cafeterías y restaurantes, y la piazza del Duomo.
Callejeando un poco más allá del Duomo está la calle con las tiendas de ropa, y encontramos un sitio muy auténtico para comer: "Il Vicolino del Paninaio" en Vía Rusconi 18. Tomamos pizza, un risotto y una tabla con salamis y quesos italianos.
Y después de comer no podía faltar el helado, y tomamos el más rico del viaje en "Vértigo" (hay como cinco variedades de chocolates!).
Caminando un poco más hacia la derecha llegáis al funicular Como-Brunate.
Construido en 1984 para unir Como con el pueblo Brunate situado en lo alto de la montaña alcanzando una altura de 692 metros. Sale cada 15 minutos.
CRUZAMOS A SUIZA: LUGANO
Para este día teníamos planificado cruzar a Suiza, a la ciudad de Lugano.
En una hora por autopista estábamos en otro país. Se trata de la ciudad económica de la Suiza italiana y comparte con Italia mucho más que la frontera y el idioma. Destaca por su lago, sus hermosas casas en tonos pastel, sus calles llenas de tiendas, sus relojerías y sus puestos callejeros de salamis, quesos y flores. En definitiva la "Dolce Vita" italiana.
Os recomiendo dar un paseo a la orilla del lago, recorrer la calle Pessina de principio a fin y subir a la parte alta hasta la iglesia y el mirador. En la parte alta destacan los pequeños comercios de antigüedades y librerías.
Lugano destaca por su tranquilidad, por su aire marinero y porque refleja la típica estampa suiza e italiana.
Para la vuelta nos recomendaron evitar la franja horaria de 17.00 a 19.00 horas por la salida del trabajo, pero no tuvimos retenciones, llegamos bien a Italia, y a nuestra casa en Valbrona.
NOS VAMOS AL LAGO GARDA CON BASE EN DESENZANO DEL GARDA
A una hora y 40 minutos en coche llegamos a otro de los lagos más bonitos de Italia: Garda. A diferencia de Como, este no lo conocíamos y ahora, una vez vistos los dos, podría deciros que Garda es más señorial y Como más italiano.
Antes de ir, me informé con personas que estuvieron ya en Garda y todas me comentaron que la parte más bonita del lago es la sur, así que centramos los días en esa zona.
Cogimos dos apartamentos en Desenzano, uno de los pueblos más famosos de Garda. Nos quedamos en el apartamento Debbies House en la Piazza Garibaldi, en el centro de Desenzano.
Desenzano nos gustó mucho, pasamos el día entero callejeando, disfrutando de la comida italiana y recorriendo una exposición itinerante de arte urbano compuesta por diferentes animales de colores que se iluminaban por la noche.
Desenzano tiene tradición turística, siendo uno de los destinos de la alta sociedad italiana.
Desde su puerto se puede coger un barquito por el precio de 50 euros, y la experiencia de pasear por el lago es maravillosa. No hace falta tener ningún título de patrón de barco para el alquiler.
Para comer está muy bien la terraza de la Pizzería "Agora" en una de las plazas centrales.
Muy cerca de aquí se encuentra un canal muy fotogénico al más puro estilo veneciano.
Y otro sitio en el que comimos el último día es "Da Romano" en la Piazza del Duomo, con comida muy auténtica cocinada por un chef de Roma.
SIRMIONE
Nos habían hablado mucho de Sirmione. Si veis en mapa, es como un dedo que sale al lago en su parte sur.
No sabemos si es porque era Pascua o qué pero Sirmione fue una auténtica procesión de gente desde que llegamos hasta que nos fuimos. Llegó a ser algo agobiante. Había cola para cruzar por el castillo (Rocca Scaligera) y entrar en la zona central del pueblo.
Tuvimos que aparcar a 3 km de la entrada, aunque no fue un inconveniente porque el paseo cruzando un parque, una zona residencial y los jardines plagados de tulipanes, merecieron la pena.
Una vez en el castillo, te adentras por su puerta para acceder a la parte central del pueblo, la parte antigua que se adentra en una península en el lago di Garda. Una maravilla entrar así con el agua azul turquesa a tus pies.
Nada más entrar, a la izquierda está el Palazzo Maria Callas junto a un pequeño puerto desde el que salen embarcaciones turísticas.
Seguimos callejeando hacia el interior, por estrechas vías repletas de adoquines y heladerías con helados XXL que nos sorprendieron muchísimo.
Recorriendo la Vía Caio Valero Catullo llegamos hasta el famoso hotel Villa Cortine y enfrente esta la villa donde la diva Maria Callas se retiraba a descansar.
Al final del camino está la playa Jamaica Beach y las ruinas romanas Grutas de Catulo, uno de los restos arqueológicos de villas más grandes del norte de Italia.
Sirmione es muy recomendable, es la joya del Lago di Garda, pero mejor fuera de los periodos vacacionales.
Este ha sido nuestro recorrido por los dos lagos más conocidos de Italia. Espero que os haya gustado, y si tenéis alguna duda me podéis escribir a través de mi Instagram @cristinacabezaleiva
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